Agua Fuente de Vida

Cuando uno nació en la ciudad, creció en la ciudad y planear morir en la ciudad, la capacidad de mirar otros mundos, que van más allá de nuestras calles y cuyas existencias pueden contravenir todo lo creído dentro de nuestro pequeño mundo de asfalto, se vuelve casi miopía crónica.

 Hoy quiero hablarte de tu taza de baño, tu inodoro .. sí.. de tu W.C.

¿Sabías que en un día promedio una familia de 4 personas de la ciudad puede gastar hasta 320 litros de agua en la taza de baño, esto es 16 garrafones diarios de agua limpia vertidos en la red?, ¿Sabías que del 100% de agua que consumes en tu hogar el 30% lo utilizas para defecar en ella y sólo el 5% es para beber o cocinar?, ¿Sabías que de todos los habitantes del planeta, menos del 20% puede darse el lujo de orinar y defecar sobre agua dulce y limpia?, ¿Sabías que eres el único animal del planeta que cuando tiene necesidad de defecar en lugar buscar un pedazo de tierra, va en busca de una fuente de agua limpia?

El agua dulce en el planeta no es más que el 3% de la totalidad del agua disponible y traerla a las ciudades implica gastos millonarios en energía y tecnología.

Pero más allá de su disponibilidad..

El agua es la fuente de la vida

gracias a ella

la vida en la tierra es, simplemente

posible

Así que… quiero contarte esto..

Un día el destino me llevó a las Cañadas, una cooperativa sustentable en Veracruz (www.bosquedeniebla.com.mx).

En las cañadas aprendí lecciones que cambiarían mi vida radicalmente. Aprendí que había dos tipos de personas, las que por diversas razones defecan y orinan en el agua, y las que por una razón u otra, y desde una decisión individual, podían sentir al agua como un ser vivo y elemento sagrado de la vida y no lo hacían más.

Allí se me abrieron los ojos, nunca antes lo había reflexionado. Sentí lo segundo.

Al volver a Cuernavaca busqué a Cesar Añorve, su paz me recibió como diciendo ‘bienvenida’. Movida por una certeza de hacer lo correcto le pedí un baño seco a Cesar y me puse a la espera de mi ‘cacajón’, una taza de baño compostera diseñada para la ciudad, que no usa agua e implica cuidados mínimos y de la cual en lugar de agua sucia, obtendrás tierra limpia y viva.

Mientras esperaba la llegada de mi cacajón, decidí hacer oídos sordos a mis amigos y familiares quienes me auguraban la peor de las crisis sanitarias instalada en el medio de mi casa y con sus voces de incomprensión me llamaban ilusa o en el mejor de los casos, idealista.

A la víspera de la llegada mi cacajón pensé en todo, calculé los muchos litros de agua que dejaría de ensuciar absurdamente, leí y preparé cada detalle de la logística, pero nunca me pregunté qué sentiría, en ése momento, sólo pensaba.

Mi cacajón llegó y con él, la expectativa de su uso. Con los días, comencé a agradecer a mi cuerpo su perfección. Mi intestino es un fiel compañero que trabaja con la exactitud de un maquinista y al amanecer me indica que lo primero del día será dejar lo que ya no me sirve, para nacer a este nuevo día.

cacajontods

El miedo sembrado por todos desapareció, su uso es fácil y suave, y en su lugar, comenzó la real experiencia de mi cacajón. Sentí amor por mi cuerpo y todo lo que de él sale, dejé de sentir pena, asco o miedo de mis desechos y en su lugar observé cómo se convierten en tierra fértil, me sentí agradecida de poder devolverle a la sabia tierra, mi tierra interna. Sentí respeto por el hermoso y cálido líquido amarillo que mejora mi composta y da alimento a mi jardín.

Hoy, día a día, mis días comienzan con un amoroso ofrecimiento de paz a la tierra, voy al baño en un silencioso y sencillo cacajón, lo cubro con tierra, lo cierro, y salgo descalza a sentir el fresco del jardín, a dar los buenos días al día, y al sentarme a meditar, siento paz en el corazón, una hermosa sensación de sencillez me dice que soy una en armonía con la tierra, una bella sensación de tranquilidad de no estar dañando al agua, de respetar a la tierra y sus ríos, una hermosa certeza de saber que le regreso mi tierra a la tierra en un acto de reciprocidad con esta madre amorosa que diariamente me recibe en sus brazos, me alimenta, me da de beber y me cuida los pasos.

El cacajón es una opción para quienes teniendo un baño de agua, decidimos no usarlo más. Es una opción que, por basarse en la separación de líquidos y sólidos no huele mal ni es ‘insalubre’ y con un mínimo de cuidados de él se obtiene, después de un tiempo de transformación, tierra fértil que sirve para abonar árboles y huertos teniendo una increíble calidad nutricia para las plantas.

Ilustracion Agua Fuente de Vida-04

Tú puedes dejar de ensuciar el agua limpia y vivir en armonía con la tierra y sus sabios procesos.

Busca ayuda, todos podemos hacer este cambio, por amor a ti, por amor a la tierra, por gratitud con el agua, el elemento sagrado de la vida.

Gracias por leernos

Texto y fotos: Pilar Torres

Antropóloga Medica

Instituto Nacional de Salud Pública

Ilustraciones: Mateo Reyes

Contacto para productos del catálogo:

Cesar Añorve  – Cuernavaca, Morelos.

Tel 01(777)322-86-38

acua@terra.com.mx

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